La conectividad amazónica sostiene el equilibrio del planeta

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La Amazonía no solo es el bosque tropical más extenso del mundo: es un sistema vivo que conecta selvas, ríos, culturas y climas en un entramado esencial para la vida en el planeta. Su pérdida de conectividad —la ruptura de los vínculos ecológicos y culturales que la mantienen funcionando como un todo— amenaza la regulación del clima, el ciclo del agua y la estabilidad del sistema más diverso y complejo de la Tierra. Está en juego mucho más que un territorio: está en juego el equilibrio global.

Asegurar una Amazonía conectada implica proteger la seguridad alimentaria, hídrica y energética de más de 47 millones de personas, así como la salud de sus ecosistemas y comunidades. Significa también sostener los conocimientos ancestrales que han demostrado cómo convivir con el bosque, mantener las relaciones bioculturales y garantizar la efectividad de estrategias nacionales de conservación. Cuando los corredores ecológicos se interrumpen, se debilita la resiliencia de los ecosistemas (su capacidad a adaptarse a los cambios extremos y disturbios que son cada vez más frecuentes y se ponen en riesgo compromisos internacionales, la gobernanza territorial y la seguridad jurídica frente a las economías ilegales).

Ante este escenario, la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) y la Alianza Noramazónica (ANA) han desarrollado conjuntamente un estudio sobre la conectividad amazónica, que revela las zonas clave para mantener vivo este sistema ecológico que regula al planeta, y que será presentado en diversos espacios de la COP30.  El análisis identifica las áreas críticas que garantizan el flujo natural entre ecosistemas y comunidades, así como los vacíos de protección donde la fragmentación del bosque podría tener consecuencias irreversibles. Este estudio busca ofrecer una base científica y política para orientar acciones urgentes que aseguren una Amazonía conectada, resiliente y capaz de seguir regulando el clima global y la vida en toda la región.

El estudio encontró que aunque los Territorios Indígenas y Áreas Naturales Protegidas suelen mantener sus bosques, en algunas zonas se están convirtiendo en islas rodeadas por pasto, cultivos, minería y vías, entre otros. Durante casi 40 años, la reducción o pérdida de la conectividad ecológica dentro de los Territorios Indígenas y las Áreas Naturales Protegidas se ha mantenido por debajo del 10% en cada caso. En contraste, fuera de estas figuras de conservación la velocidad de cambio en el estado de la conectividad ecológica ha sido mucho más elevada; lo que implica que esta propiedad de los ecosistemas se redujo o se perdió en más de 169 millones de hectáreas (38,3 %) respecto a las condiciones de 1985. 

Angélica García, secretaria de la RAISG sostuvo que “La conectividad amazónica no es solo un tema ecológico, es la base que sostiene la vida, la cultura y la gobernanza en el mayor bosque tropical del planeta. Sin una Amazonía conectada, perdemos el equilibrio que mantiene vivo a todo el sistema.”

Por su lado Mariana Gómez Soto de ANA indicó que “Asegurar la conectividad es garantizar que los pueblos y ecosistemas amazónicos sigan conviviendo como una unidad desde la diversidad. La Amazonía sólo puede mantener su integridad si sus territorios, los saberes de su gente y sus ríos permanecen enlazados en una sola red de vida.”

Proteger la conectividad amazónica exige medidas urgentes: eliminar la deforestación y los incendios antes de 2030, restaurar corredores ecológicos, llenar vacíos de protección con la titulación de territorios indígenas y colectivos y creación de áreas naturales protegidas, fortalecer la participación comunitaria y frenar el avance de actividades ilegales. También requiere fomentar una socio-bioeconomía basada en los saberes locales, y asegurar que los proyectos de infraestructura no rompan los lazos naturales del bosque. Conectar la Amazonía es, en última instancia, conectar la vida del planeta con su propio futuro.

 

Conoce más sobre el estudio:

https://www.raisg.org/es/conectividad/