Kapé Kapé contabiliza 136 casos de COVID-19 en indígenas de Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro

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Kapé Kapé

27 de Junio de 2020

 

La organización Kapé Kapé participó en el foro chat “Pueblos indígenas y DDHH, una mirada a la realidad venezolana”, organizado en conjunto con la Red Monagas de Amnistía Internacional.

Las ponencias de este encuentro virtual estuvieron a cargo de Armando Obdola, Presidente de Kapé-Kapé, José Ángel Guzmán, Asesor Legal de la organización y Carlos D’Suze, Especialista en Epidemiología, Pediatría y profesor universitario.

En su intervención, Obdola resaltó el sistemático deterioro de la calidad de vida de los pueblos y comunidades indígenas de Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.

En materia educativa, apuntó que de acuerdo con las investigaciones que ha realizado Kapé Kapé, en el  22,22% de las comunidades  las escuelas están en lugares improvisados, mientras los centros educativos no cuentan con servicios básicos dignos, como el agua, luz eléctrica, red de cloacas y otros. El Programa Alimentario Escolar funciona de manera intermitente, con fallas que se prolongan por semanas.

Otro problema en aumento es la  deserción escolar en las comunidades indígenas vinculada con  la presencia de grupos armados que propician el  desplazamiento forzado de comunidades enteras.

También hizo referencia a la situación alimentaria en las comunidades indígenas, afirmando que por años se ha visto la creciente situación de hambre que atraviesan los pueblos indígenas del Delta, Amazonas y Bolívar.

Espera de meses por las bolsas del Clap, niños y adultos desmayados del hambre e indígenas desplazados a las ciudades en busca de algo que comer, dan cuenta de la vulnerabilidad alimentaria en que viven, dan cuenta de esta realidad.

En materia sanitaria, recordó que 60% de los centros de salud analizados por Kapé Kapé están alejados de las comunidades, en trayectos de incluso 1 hasta 3 días por vía fluvial, especialmente para la atención de emergencias y casos graves.

Mientras que la amenaza por la pandemia de la COVID-19 deja al desnudo la alta vulnerabilidad de los pueblos indígenas en materia sanitaria.

En este sentido, Carlos D’Suze, Especialista en Epidemiología, Pediatría y profesor universitario, hizo referencia a la condición de vulnerabilidad en la que se encuentran las comunidades indígenas frente a la pandemia.

“El riesgo de la población indígena que habita en los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro y de la población migrante es muy alto, las condiciones de vida son precarias, se debe garantizar sus derechos humanos básicos que les permita sobrellevar esta difícil situación. Salud, educación, servicios básicos, alimentación, respeto a su cultura y sus tierras y costumbres debe ser garantizada. Está entre las poblaciones de más alto riesgo y vulnerable”.

El especialista resaltó que la inseguridad alimentaria en la que viven los indígenas es una grieta de base que los hace más vulnerables ante la COVID-19 y cualquier enfermedad, situación que dice afecta tanto a los indígenas que en Venezuela, como aquellos que están en otros países en condición de migrantes.

136 casos de COVID-19 en indígenas de Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro

Basándose en los datos oficiales de la Comisión Presidencial de COVID-19, de la Oficina de las Naciones Unidas sobre Asuntos Humanitarios (OCHA_Venezuela), así como portales de noticias, ONG acreditadas y de organizamos internacionales que manejan la información sobre COVID-19, durante su exposición en el foro chat, el epidemiólogo describió la presencia de COVID-19 entre indígenas venezolanos de los 3 estados y fuera del país.

“Hasta el 25 de junio de 2020 se han registrado 136 casos de COVID-19 en la población indígena de los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro. Amazonas 9 casos, 8 en San Carlos de Río Negro de la etnia yeral y 1 en Maroa de la etnia curripaco, Bolívar 126 casos, en las localidades de San Antonio de Morichal, Wara, Waramasen y Manakiare del Municipio Gran Sabana de la etnia pemón. Delta Amacuro, 1 caso, del municipio Tucupita, de la etnia warao.

En el estado Delta Amacuro sólo está reportado 1 caso de COVID-19 en población indígena. Se trata de una trabajadora de la salud de 25 años, de la etnia warao, residente de Tucupita que contrajo la infección durante una investigación de casos en el municipio Casacoima. Un número importante de casos ha sido reportado en migrantes waraos en los estados fronterizos de Brasil, así como algunas defunciones, de gran preocupación para los organismos de defensa de los derechos humanos de las comunidades indígenas.

Un importante número de casos se ha registrado en el mes de junio en el estado Bolívar, 126 casos de COVID-19 en etnia pemón del municipio Gran Sabana, en las localidades: San Antonio de Morichal, Wara, Waramasen y Manakiare, fronterizo con Brasil. Se han presentado casos concomitantes en personal de salud y seguridad de la zona, reportado como uno de los focos más activos a nivel nacional, difícil ha sido obtener la información sobre las características epidemiológicas de los casos, así como las circunstancias de la transmisión de la enfermedad. Mucho hermetismo.

Desde el 10 de mayo al 19 de junio de 2020 se han reportado 9 casos de COVID-19 en miembros de comunidades indígenas del estado Amazonas, 8 casos en San Carlos de Rio Negro de la etnia yeral y 1 caso en Maroa, de la etnia curripaco al sur de estado, limítrofe con Brasil. El promedio de edad de los casos es de 35,3 años, el 50% de los casos tienen menos de 27 años, con un rango entre 5-77 años, 56% masculino y 44% femenino. Todos los casos están relacionados con casos importados de Brasil, en la comunidad de San Gabriel de Cachoeira, en el estado Amazonas brasileño. Todos los casos están en control y solo dos activos.

Estos 8 casos de San Carlos de Rio Negro, forman parte de un grupo de 11 personas, todos pertenecientes a la misma familia del pueblo Yeral, que salió el 25 de abril de San Gabriel y luego de 6 días navegando el Río Negro, llegaron a San Carlos de Rio Negro el 1 de mayo. La zona de donde provienen el Brasil, San Gabriel de Cachoeira, es un foco activo de COVID-19 cerca de la frontera con Venezuela y Colombia, en la Amazonia brasileña, donde a la fecha se han registrado 577 casos positivos y 17 fallecidos, se comunica con Venezuela por el Rio Negro, el 85% de su población es indígena”.

D’Suze calificó de preocupante la situación de los migrantes indígenas waraos, “se estima que más de 6.000 indígenas waraos han emigrado hasta Brasil, los reportes de las autoridades brasileñas y de ONG confirman 9 defunciones por Covid-19 en cinco estados brasileños y más de 40 casos en el noreste estado de Paraiba, sin datos precisos del número de casos en el resto de los estados. Se sabe que la condición de los migrantes es delicada.

El foco de San Gabriel de Cachoeira, Brasil, de donde vienen los casos de Amazonas, hasta el 25 de junio reporta 2.604 casos positivos y 44 muertos por COVID-19”.

Finalmente apuntó que un programa de Prevención y Control de COVID-19 debe acompañarse con promoción social y educación para la salud bien diseñada, vigilancia epidemiológica activa con búsqueda de casos, aislamiento y cuarentena basado en diagnóstico de laboratorio en las áreas donde el análisis espacial de los casos lo demuestre, descentralizar el diagnóstico de laboratorio a los estados con mayor incidencia, dotar a los servicios de salud de los equipos de protección personal al equipo de salud y de insumos básicos para la atención, ser sincero con los datos y asesorarse con un equipo los oriente de las medidas que se deben tomar.

Tomado de: https://kape-kape.org/2020/06/27/kape-kape-contabiliza-136-casos-de-covid-19-en-indigenas-de-bolivar-amazonas-y-delta-amacuro/

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