Gobiernos amazónicos son convocados a liderar un pacto por la conectividad del bioma

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Llamado de cuatro redes amazónicas a los gobiernos a actuar en bloque para conservar la integridad de la Amazonía y proteger el clima global; alertando que 23 % de la Amazonía ya ha perdido completamente su conectividad ecológica

 

En un momento decisivo para el futuro del mayor bosque tropical del planeta, cuatro importantes redes socioambientales entregaron a los gobiernos de los países de la región un documento estratégico con recomendaciones urgentes para proteger la conectividad ecológica, hidroclimática y sociocultural de la Amazonía.

La entrega de estas recomendaciones se realiza en el marco de la apertura de los Diálogos Amazónicos, espacios preparatorios convocados por la Cancillería de Colombia como antesala para la Cumbre de Presidentes de la Amazonía, que se llevará a cabo el 22 de agosto en Bogotá, Colombia y de la COP30, prevista para Belém, Brasil, en noviembre. Los eventos son oportunidades clave para impulsar una acción conjunta en defensa del bioma y del clima global.

El documento reúne mensajes y recomendaciones concretas  basadas en los estudios y análisis más recientes del Panel Científico por la Amazonía (SPA), la Alianza Aguas Amazónicas (AAA), la Alianza Noramazónica (ANA) y la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG).

La propuesta central es clara: la conectividad de la Amazonía debe convertirse en el nuevo eje orientador de las políticas públicas y de los compromisos internacionales orientados a la acción climática, la conservación de la biodiversidad y el bienestar humano.

“La pérdida de la conectividad amazónica amenaza las funciones y servicios del bosque tropical más extenso y mejor conservado del planeta, así como del mayor y más diverso sistema de agua dulce. Está en juego mucho más que un territorio: está en juego el equilibrio mundial”, afirman las organizaciones firmantes.

Sin conectividad ecológica, se ponen en riesgo funciones vitales como el transporte de vapor de agua, la regulación de las lluvias, el almacenamiento de carbono y la reproducción de la vida silvestre.

Además de las consecuencias ecológicas, la pérdida de conectividad amenaza directamente la salud, la seguridad alimentaria e hídrica, los modos de vida y los conocimientos de más de 47 millones de personas que habitan en la región. La pérdida de la conectividad amazónica además desencadena factores alarmantes para la vida humana a nivel global por el importante rol que tiene esta región a la hora de regular el clima del planeta.

El documento a los presidentes y a la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) cobra aún más fuerza ante el crítico contexto que atraviesa la región. La Amazonía se aproxima a un punto de no retorno, advierten las organizaciones en el documento. El avance acelerado de actividades económicas y la pérdida continua de bosques están debilitando la conectividad ecológica de forma alarmante. 

Hasta 2022, según datos de ANA y Raisg, el 23 % del bioma amazónico (193 millones de hectáreas) había perdido por completo su conectividad ecológica, y un 13 % adicional (108 millones de hectáreas) presentaba una degradación significativa de su función. Como resultado, entre 1985 y 2022, el área en desconexión ecológica en la Amazonía se duplicó.

Además de alertar sobre los riesgos, las redes afirman estar “disponibles para conformar un grupo de trabajo técnico-científico para crear una metodología de monitoreo del estado de la conectividad amazónica y apoyar la creación e implementación de programas de protección a la conectividad, así como procesos de evaluación de los resultados de acciones para restaurarla y mantenerla”, concluyen.

 

Siete recomendaciones a los gobiernos amazónicos

En el documento, las redes firmantes instan a los países amazónicos a coordinar esfuerzos de forma decidida, tanto a nivel nacional como regional, respetando la soberanía de cada país y articulándose por medio de OTCA, con el fin de:

  • Eliminar totalmente la deforestación, la degradación y los incendios criminales antes de 2030
  • Llenar vacíos de protección en zonas estratégicas con una perspectiva de conectividad 
  • Crear y financiar un programa regional de restauración de corredores ecológicos y reconexión de biomas en zonas estratégicas
  • Instaurar espacios de participación efectiva de las comunidades locales
  • Fomentar una socio-bioeconomía que conserve los ecosistemas terrestres y acuáticos e impulse iniciativas comunitarias
  • Acordar criterios regionales para evaluar la viabilidad socioeconómica y los riesgos socioambientales de los proyectos de infraestructura
  • Frenar el avance de las actividades ilegales, los delitos ambientales y el crimen organizado