13 de abril 2020
Las organizaciones Orpia, Oipus, Kuyunu, Omida y el Grupo de trabajo Socioambiental de la Amazonía Wataniba prepararon, en forma conjunta, recomendaciones para enfrentar la pandemia.
Foto Wataniba
Las comunidadesindígenas del sur de Venezuela se encuentran distribuidas en una amplia área geográfica. Sus condiciones pueden ser heterogéneas, sin embargo, desde el punto de vista inmunológico son más sensibles que el resto de la sociedad ante situaciones como la pandemia del Sar-Cov-2, también llamado Covid-19. Esta situación se ve agravada, y la letalidad del virus puede aumentar, si se considera que muchas comunidades se encuentran expuestas a una atención médica limitada; en una cantidad significativa de casos su una alimentación ha disminuido de calidad por haberse alejado de las tradiciones y, por tanto, no ser balanceada; el , agua potable, para aquellos asentamientos cercanos a áreas urbanas es limitado, y en sus hábitats tradicionales puede estar contaminada por el mercurio empleado por los mineros, quienes además son la principal amenaza para la entrada del virus. En ese sentido, las prácticas de la minería ilegal no sólo dañan el ecosistema de sus territorios, sino que constituyen una vía importante de contagio. Por estas razones, junto con varias organizaciones, hemos elaborado una ruta de trabajo como propuesta, tanto al Estado, como al interior de los pueblos indígenas, para detener el avance del virus en sus contextos y evitar, en la medida de lo posible, la llegada del COVID-19 a las comunidades.
Es así como, desde Orpia, Oipus, Kuyunu, Omida y el Grupo de Trabajo Socioambiental de la Amazonía Wataniba, planteamos un conjunto de recomendaciones a fin de que el virus sea evitado o controlado en los territorios de los pueblos originarios de la mano con sus autoridades comunitarias, territoriales y las organizaciones indígenas, de forma articulada con las instituciones oficiales del Estado venezolano.
“La humanidad, en este momento, está pasando por una situación muy difícil, debido a la expansión de un virus Covid-19, de alto contagio, lo que ha producido muchos enfermos y muertes. Esta enfermedad se caracteriza por ser una especie de gripe, la cual se manifiesta con dolor de cabeza, fiebre alta, dolor de garganta, garganta seca, tos seca y problemas respiratorios, además de otros síntomas secundarios que cada día son descubiertos, como afecciones cardíacas. Sin embargo, algunas personas pueden estar enfermas y no mostrar síntomas, es decir, ser asintómaticos.
La enfermedad se contagia de persona a persona por gotitas de saliva o a través del contacto con superficies de metal, plástico, loza o metal que hayan recibido estas gotitas. Incluso, el contagio también puede darse si esas gotitas de la persona contagiada caen sobre la ropa, zapatos o alimentos y son tocadas, luego, por una persona sana.
Para paliar la situación, los países han tomado la alternativa de la cuarentena, es decir, un aislamiento social que implica no salir de las viviendas, salvo por motivos de estricta necesidad. De esta forma, el contagio de persona a persona puede ser controlado y con ello impedir un mayor número de fallecidos. En razón de que los pueblos indígenas y sus comunidades no escapan a esta situación, destacan que se hace apremiante tomar medidas que al menos atenúen o eviten, en la medida de lo posible, la entrada de este virus a los territorios indígenas y que, de ocurrir, pueda hacer manejable.
Medidas de aislamiento preventivo
Proponemos seis puntos básicos para la protección de estos grupos vulnerables ante una posible entrada del virus, bien por la vía de agentes ajenos a las comunidades o por el intercambio de sus propios habitantes con otras zonas pobladas. Estas son:
1.- Que se practique el aislamiento temporal de las comunidades, restringiendo el acceso a personas foráneas.
2.- Los miembros de las comunidades indígenas que se encuentran en centros urbanos y quieren necesiten regresar a sus comunidades, deberán hacerse los exámenes correspondientes antes de movilizarse a ellas. De ser negativos podrían regresar y en caso contrario tendrían que entrar en cuarentena con asistencia médica y de alimentación. De no ser posible, al retornar a su comunidad de origen, es necesario que se aíslen del resto de los miembros de esta por un mínimo de 14 días. Su aprovisionamiento de alimentos y bebidas deben ser manejado por personas con protección y ser dejado en las afueras de su sitio de aislamiento (casa, hamaca, etc.), para evitar contagios. En esos casos, antes de viajar deben llevar consigo el tratamiento pertinente.
3.- Tener control riguroso de la entrada de personas en los territorios indígenas, incluyendo a los médicos u otros funcionarios, quienes deberán hacerse los exámenes respectivos antes de entrar a las comunidades.
4.- Igualmente las comunidades, junto a sus autoridades legítimas, deberán controlar impedir la entrada de cualquier persona o representante de cualquier institución religiosa que viva fuera de ellas o hayan viajado recientemente y desee regresar a la comunidad.
5.- Evitar el movimiento entre las comunidades y viajes para la capital del estado Amazonas u otros centros urbanos.
6.- Evitar igualmente las reuniones inter-comunitarias y con personas ajenas a la comunidad, mineros u otras personas foráneas.
7.- Postergar las reuniones, asambleas ya previstas en la planificación de las organizaciones y comunidades indígenas.
Salud dentro de las Comunidades
En cuanto a este aspecto, además de seguir las orientaciones generales que en materia de prevención y control del COVID-19 que se han difundido a la sociedad en general, se suman las consideraciones que garanticen el respeto a los derechos de los pueblos indígenas, así como la inclusión de un “enfoque intercultural al abordar los aspectos de emergencia, seguridad y salud de la respuesta”, tal como lo propuso la Unidad de Pueblos Indígenas de la FAO, en un documento divulgado el pasado 27 de marzo de 2020¹.
Así, se proponen ocho puntos para garantizar este cometido:
1.- Preparar y capacitar a los agentes de salud indígenas para el diagnóstico precoz de las complicaciones: fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, problemas respiratorios.
2.- Cada persona y sus familias (niños y adolescentes) debe estar atenta a cualquiera de los síntomas ya mencionados.
3.- Las autoridades comunitarias, junto con los agentes de salud indígena, necesitan llevar un registro diario de cualquier caso y comunicarlo a los respectivos agentes de salud.
4.- Garantizar el abastecimiento de agua adecuada y constante para la limpieza de platos, cubiertos, vasos, etc., así como jabón o un sustituto natural empleado tradicionalmente en la comunidad.
5.- Mantener la limpieza de cada uno de los integrantes de las comunidades. Es imprescindible lavarse las manos con jabón con mucha frecuencia. El jabón mata la grasa que permite la supervivencia del virus. De no tener jabón, usar plantas que cumplan los mismos fines, especialmente aquellas que hacen espuma.
6.- En caso de que se tenga algún enfermo o enferma, es necesario aislarlo fuera de la comunidadde los demás miembros de la comunidad, con el debido cuidado. La persona que lo atienda debe tener tapabocas y guantes. Los suministros deben ser dejados en un punto cercano a su lugar de convalecencia y evitar, en lo posible aproximarse. En caso de que sea necesario hacerlo, emplear elementos de protección (tapabocas, industriales o caseros). El enfermo o enferma debe tapar su boca con el antebrazo si necesita toser.
7.- Recurrir a los conocimientos tradicionales sobre el uso de las plantas para el lavado de manos u otros mecanismos, como la consulta al médico tradicional, para el tratamiento de las gripes.
8. Al salir de cacería o al conuco, hacerlo sólo a lugares donde no haya riesgo de encontrarse con mineros y lejos de caminos que ellos suelan recorrer.
9. Si salir de la comunidad es imperativo, contar con insumos como tapabocas y jabón para llevar (industriales o artesanales, empleados tradicionalmente en la comunidad).
Comunicación a las comunidades
Hemos generado un equipo multiétnico para la transmisión de esta información y de los avances de la Pandemia en la radio-comunicación, con el fin de garantizar el acceso a información pertinente en las comunidades. Esta acción se iniciará de inmediato.
Las comunicaciones se están realizando en castellano y en el idioma propio de los Pueblos Indígenas.
Finalmente, exhortamos al Estado para incorporar a las organizaciones indígenas, autoridades legítimas territoriales y comunitarias en el manejo del problema de salud relacionado con el COVID-19.
¹ http://www.fao.org/indigenous-peoples/news-article/en/c/1268353/
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