Quince años monitoreando primates en el parque Yasuní de Ecuador | Entrevista a Galo Zapata-Ríos

Compartir

Ӿ

Mongabay

10 de junio, 2020

  • Los monos suelen ser grandes dispersores de semillas. Algunos de estos animales están amenazados en el área protegida más grande del Ecuador continental y esto podría poner en peligro la regeneración natural de bosques amazónicos altamente biodiversos.
  • Las carreteras traen consigo impactos indirectos que generalmente no se contemplan en los estudios de impacto ambiental. La cacería y el tráfico de especies aumentan en estas áreas y aparecen nuevos mercados clandestinos.

Desde la década de los setenta se han estado construyendo carreteras en el Parque Nacional Yasuní para facilitar la extracción de petróleo. Esta área protegida, la más grande de Ecuador y una de las más biodiversas del planeta, está en riesgo no solo por la deforestación directa que traen las vías sino por las amenazas indirectas, entre las cuales están la cacería comercial y el tráfico de fauna silvestre.

“Para 2005 ya era evidente que la cacería comercial representaba una amenaza para el Parque Nacional Yasuní. Iniciamos con muestreo de mamíferos y pavas de monte alrededor de las carreteras Auca y Maxus. Los resultados a lo largo de las vías resultaron impresionantes. Mientras que en un sitio de control, sin influencia de actividades humanas, había un promedio de 4380 kg/km2, en la vía Maxus era de 295 y en Auca de 84”, dice Galo Zapata-Ríos, director científico de WCS Ecuador. Esto quiere decir que: a menor el número de kg/km2, menor presencia de mamíferos y pavas de monte en la zona.

Zapata-Ríos ha liderado varios estudios en el Yasuní y uno de los más recientes presenta los resultados de 15 años de monitoreo (2005-2020) que han permitido identificar el impacto de la cacería comercial en las poblaciones de ocho especies de primates en esta área protegida: chichico de manto dorado (Leontocebus tripartitus), machín blanco (Cebus yuracus), mono ardilla (Saimiri cassiquiarensis), tití rojo (Plecturocebus discolor), saki del Napo (Pithecia napensis), mono aullador rojo (Alouatta seniculus), mono araña (Ateles belzebuth) y chorongo (Lagothrix lagotricha).

Conservación de primates. Mono araña (Ateles belzebuth). Foto: © Jaime Palacios/WCS.
Mono araña (Ateles belzebuth). Foto: © Jaime Palacios/WCS.

 

¿Por qué estudiar la situación de los primates en el Yasuní?

Galo Zapata-Ríos (G.Z.R.): En Yasuní  hay 12 especies de primates y en la vía Maxus, el área de estudio donde WCS Ecuador trabaja, se estima que hay 10 especies, de las cuales hemos logrado recolectar información de ocho. Nos interesan los primates porque algunas especies son importantes desde el punto de vista de carne de monte, como el mono araña y el mono chorongo, o para tráfico de animales vivos como el caso del mono ardilla. Desde el punto de vista ecológico, los primates grandes son dispersores de semillas pues se alimentan de frutos de más de 100 especies diferentes de árboles. En otros países han visto que cuando los primates se alimentan de ciertos frutos, y las semillas pasan por su tracto digestivo, el porcentaje de germinación es cercano al 100 %, la cantidad de semillas que pueden dispersar es grande. Estudios en Brasil hablan de 40 000 semillas por km2, estamos hablando de millones de semillas en un área determinada.

¿Qué lo motivó a hacer un estudio que implica un monitoreo de tanto tiempo?

(G.Z.R.): WCS trabaja en el paisaje del Yasuní desde el 2001, como parte de ese trabajo hacemos una identificación de las amenazas que existen en el área y se hizo evidente que la cacería comercial en la parte norte del parque era un problema, hay varios mercados pequeños que venden carne de monte en la parte occidental pero nos enfocamos en el de la parroquia de Pompeya por su magnitud y decidimos observar el impacto. Años atrás se habló de la construcción de una carretera en la parte oriental del parque así que empezamos a generar información que permitiera entender los impactos de esa carretera adicional para que el gobierno desistiera. Hemos hecho estimaciones de densidad poblacional y de biomasa a lo largo de las carreteras y en un punto entregamos los datos al grupo Científicos Preocupados por Yasuní, quienes llevaron esa información, y la de otros temas, al entonces presidente Luis Alfredo Palacio. Esto hizo que Palacio suspendiera la carretera.

Con Rafael Correa se retomó la idea de explotar los bloques 31 y 43, que están en la zona oriental de Yasuní y abrieron nuevas carreteras aunque el acceso es más controlado. No hemos hecho estudios de estas nuevas carreteras, pero creemos que el impacto de la cacería que se ha visto en otros sitios se va a repetir.

Conservación de primates. Galo Zapata-Ríos, director científico de WCS Ecuador. Foto: Galo Zapata-Ríos.
Galo Zapata-Ríos, director científico de WCS Ecuador. Foto: Galo Zapata-Ríos.
Carretera parque Yasuní. Mono ardilla (Saimiri cassiquiarensis) en el Parque Nacional Yasuní. Foto: © Rubén Cueva/WCS.
Mono ardilla (Saimiri cassiquiarensis) en el Parque Nacional Yasuní. Foto: © Rubén Cueva/WCS.

¿Cómo funciona exactamente esa relación entre carreteras y cacería ilegal de carne de monte?

(G.Z.R.): Las carreteras, al menos en la zona de Yasuní, se han construido siempre como resultado de los proyectos de extracción de petróleo, para facilitar el acceso, pero no se tiene en cuenta que pueden tener impactos negativos. Cuando se abrieron las primeras carreteras en la parte occidental de Yasuní, en los años setenta, nadie estaba consciente de lo que una vía podría traer. En los noventa se abrió la vía Maxus pero no se tuvo en cuenta que la carretera fue construida dentro del territorio de alguien y este alguien eran los waorani. Cuando vieron que tenían una carretera, empezaron a vivir al borde de la vía y cazaban para subsistencia pero tiempo después se formó un mercado, el de Pompeya, que empezó a generar una demanda de carne de monte con destino a las ciudades amazónicas más grandes.

Ya que menciona el problema de las carreteras, hace poco MAAP, una iniciativa de Conservación Amazónica-ACCA que utiliza tecnología satelital para monitorear la deforestación en tiempo real en cinco países, publicó un reporte de una nueva carretera en el Yasuní. ¿Qué riesgos se pueden presentar?

(G.Z.R.): Lo ideal es que no se abran nuevas carreteras para que los cazadores no tengan acceso a nuevas áreas que estaban aisladas y que el parque se mantenga como lo que es, un área protegida.

 

Volviendo al monitoreo de los primates, ¿cuáles fueron las tendencias poblacionales de las ocho especies estudiadas?

(G.Z.R.): De las ocho especies que estudiamos hay tres especies, entre ellas el tití rojo, que se han mantenido estables y con poca diferencia en relación al área de control que establecimos y con la cual comparamos los datos. El chichico de manto dorado se ha mantenido estable pero tiene una diferencia grande entre la densidad poblacional que encontramos en las zonas monitoreadas y el punto de control donde no hay cacería. Hay otras especies que registran reducciones grandes en sus densidades poblacionales y son las que la gente busca como carne, tal es el caso del mono araña y el chorongo, o para usar como mascota, como el caso del mono ardilla.

¿El mono ardilla hace parte del tráfico de especies vivas entre países o se trata de una comercialización interna?

(G.Z.R.): Sabemos muy poco de los patrones de tráfico de fauna silvestre en Ecuador, mucho va destinado a satisfacer una demanda interna. En términos de especies marinas es más fácil saber que estamos satisfaciendo la demanda china de aletas de tiburón pero para especies terrestres la trazabilidad no es tan clara.

Conservación de primates. Saki del Napo (Pithecia napensis). Foto: © Rubén Cueva/WCS.
Saki del Napo (Pithecia napensis). Foto: © Rubén Cueva/WCS.
Conservación de primates. Mono chorongo (Lagothrix lagotricha). Foto: © Rubén Cueva/WCS.
Mono chorongo (Lagothrix lagotricha). Foto: © Rubén Cueva/WCS.

Se cree que el mono ardilla y el machín blanco se benefician de la interacción que tienen. ¿La disminución de las poblaciones de machín se relaciona con el tráfico del mono ardilla?

(G.Z.R.): Son hipótesis, son dos especies que pasan mucho tiempo juntas, al hacerlo son más eficientes para encontrar comida y detectar depredadores, hay un beneficio de esta asociación. En el caso del machín la demanda es por cacería de subsistencia y en el caso del mono ardilla es tráfico de animales vivos. La tendencia poblacional, en el caso del mono ardilla, presenta una reducción más drástica.

¿Estudios como este ayudan a tomar acciones para la conservación de primates? 

(G.Z.R.): Se evidencia que la cacería es una amenaza para la conservación de los primates. Algunos se utilizan para satisfacer una demanda de subsistencia que en Ecuador es legal, pero es importante darle un buen manejo a esas especies que la gente utiliza. Aunque la cacería para subsistencia sea legal, puede generar consecuencias negativas en las poblaciones de primates, teniendo en cuenta que Ecuador es el país más densamente poblado de Sudamérica y que en la Amazonía tenemos una densidad poblacional alta en comparación con otros países, hablamos de más de 6 personas por km2 cuando la capacidad de carga del bosque es de apenas 1 persona por km2. Esa capacidad de carga ya está superada, hay que ayudar a la gente para que construyan planes comunitarios de manejo, zonificación del territorio, que aprendan a hacer vedas, reducir las tasas de extracción. Es importante ayudarles con el manejo de animales domésticos: crianza de pollos y peces nativos para tener fuentes alternas de proteínas.

Conservación de primates. Mono aullador (Alouatta seniculus). Foto: © Rubén Cueva/WCS.
Mono aullador (Alouatta seniculus). Foto: © Rubén Cueva/WCS.
Conservación de primates. Chichico de manto dorado (Leontocebus tripartitus). Foto: © Galo Zapata-Ríos/WCS.
Chichico de manto dorado (Leontocebus tripartitus). Foto: © Galo Zapata-Ríos/WCS.

¿Qué debería hacer el gobierno para evitar el comercio de carne de monte?

(G.Z.R.): Las leyes están, el esfuerzo debe estar en realizar los operativos de control. Muchos mercados se han vuelto clandestinos y se requiere que el gobierno encuentre nuevas formas de hacer investigación.

REFERENCIAS

Suarez, E., Morales, M., Cueva, R., Bucheli, V. U., Zapata‐Ríos, G., Toral, E., … & Olalla, J. V. (2009). Oil industry, wild meat trade and roads: indirect effects of oil extraction activities in a protected area in north‐eastern Ecuador. Animal Conservation, 12(4), 364-373.

Zapata-Ríos, G., Suárez, E., Utreras, B. V., & Vargas, J. (2006). Evaluation of anthropogenic threats in Yasuní National Park and its implications for wild mammal conservation. Lyonia, 10(1), 47-57.

Ríos, G. Z. (2001). Sustentabilidad de la cacería de subsistencia: el caso de cuatro comunidades quichuas en la Amazonía nororiental ecuatoriana. J. Neotrop. Mammal, 8(1), 59-66.

*Imagen principal: Tití rojo (Plecturocebus discolor). Foto: © Rubén Cueva/WCS.

 

Tomado de: https://es.mongabay.com/2020/06/conservacion-de-primates-en-ecuador-parque-yasuni/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario