3 de junio de 2022
Wataniba
En cuatro días de intensas jornadas de trabajo, los miembros de la junta directiva y los coordinadores técnicos de sus ocho organizaciones aliadas se juntaron para proyectar y decidir el futuro de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada. La RAISG es la única red en el mundo que genera y difunde de manera articulada conocimientos y datos sobre la Amazonia como una región estratégica para el ambiente tropical de Suramérica y para el equilibrio climático del planeta.
La semana pasada fue importante para la Amazonia. Entre el 23 y el 26 de mayo se dieron cita en Sao Paulo, Brasil, los miembros de la junta directiva de la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada – RAISG que, desde hace 15 años, genera y difunde conocimientos, datos estadísticos e informaciones socioambientales y geoespaciales que hacen posible entender a la Amazonia como un todo heterogéneo que abarca varios países, incluidas las amenazas y presiones que sobre ella se ciernen.
“En la RAISG, que está apunto de cumplir 15 años, hemos estado el año entero, y quizás desde antes, reflexionando hacia dónde debe ir la red”, dijo María Teresa Quispe, directora ejecutiva de Wataniba, una de las ocho organizaciones civiles de los países amazónicos que conforman la RAISG.
Para la planificación en el mediano plazo la red elabora planes estratégicos que trazan metas, actividades y productos a desarrollar. La toma de decisiones respecto a estas propuestas se realiza en reuniones generales de carácter anual, con la participación presencial de todos los integrantes de la red: la Fundación Amigos de la Naturaleza de Bolivia, el Instituto Socio Ambiental e Imazon (ambos de Brasil), Gaia-Amazonas de Colombia, EcoCiencia de Ecuador, el Instituto del Bien Común Perú y, por Venezuela, Provita y Wataniba.
“Esta reunión es de suma importancia porque en ella la junta directiva y los miembros más destacados de los equipos técnicos de la red se reúnen para terminar de aterrizar cosas que venimos conversando hace varios años”, asegura Quispe. En ella se fija “la estrategia general de los próximos cinco años y estamos también adecuando la gobernanza de la red para que sea más eficiente”.
Una iniciativa única en el mundo
Desde su creación, uno de los principales objetivos de la RAISG fue “estimular y facilitar la cooperación entre instituciones que trabajan con sistemas de informaciones socioambientales georreferenciadas en la Amazonia, con una metodología basada en la coordinación de esfuerzos conjuntos, mediante un proceso acumulativo, descentralizado y público de intercambio, producción y difusión de información”.
Una tarea nada sencilla, considerando que uno de los mayores obstáculos que la red enfrentó en su nacimiento fue la dificultad de hallar un lenguaje común y la natural desconfianza que entrañaba el compartir la información generada por cada organización individual y perder en cierta medida control sobre la misma. Sin embargo, la percepción de la necesidad de construir una visión de la Amazonia como una región estratégica para Suramérica y para el equilibrio climático del planeta, en un ambicioso emprendimiento en cuanto a alcance e impacto global, superó con creces las resistencias naturales del comienzo.
Como iniciativa, la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada – RAISG es inédita en el mundo. Asegura María Teresa Quispe que “está reconocida por ser la única red de Organizaciones de la Sociedad Civil basadas en los países amazónicos que generan información socioambiental georreferenciada a escala regional, es decir de toda la Amazonia; este ejercicio es una innovación, mirar a la Amazonia como un rompecabezas completo”.
Uno de los elementos que hacen tan especial a la RAISG es su independencia: en ella su mandato no emana de una instancia gubernamental ni financiera, sino de sí misma. Otro es la suma de voluntades, de talante democrático, comunal, donde las decisiones son propuestas y consensuadas por sus representantes. El resultado es la coordinación de esfuerzos por encima de fronteras nacionales, que se requiere para la generación de conceptos, conocimientos, productos y para su funcionamiento como red y para el intercambio de información, en un clima de confianza entre sus miembros.
El funcionamiento y desarrollo de la red habría sido imposible sin el establecimiento de protocolos de relacionamiento y acuerdos claros de trabajo. Éstos empezaron como arreglos mínimos para compartir información, que se hicieron más complejos conforme la red fue evolucionando.
En el desarrollo de estos protocolos y acuerdos reside gran parte del éxito de la RAISG: contribuyen a generar un clima de colaboración en un marco de confianza sobre el que se construyen productos y relaciones sólidas con más de quince años de vigencia.
Esta manera de funcionar mancomundamente ha permitido que la RAISG no solo se consolide como red y cada vez amplíe más su radio de acción como fuente de información, sino también “ha sido fundamental para el reconocimiento de toda la región amazónica como un elemento integral”, como señala Tina Oliveira, responsable de la Coordinación de Información Socioambiental de Wataniba y uno de los miembros con más antigüedad en la red.
Como bien lo explica ella: “ya no solo es la Amazonia brasileña, que efectivamente ocupa la mayor proporción, sino que también están las amazonias de todos los países. En nuestro caso particular, ha permitido discutir qué es y qué no es Amazonia venezolana, bajo el entendido de que hay muchas formas de definirla”.
Además, asegura la coordinadora, que “ha contribuido a la incorporación de nuestra Amazonia, de una manera mucho más sólida, a esta orquesta regional, que busca el manejo y la conservación integral de la región con miras a la protección de los pueblos indígenas y de todas las poblaciones tradicionales que en ella habitan. Adicionalmente, la integridad ecosistémica, que incluye los diferentes elementos de la diversidad biológica y los distintos beneficios que ofrecen los ecosistemas, favoreciendo y garantizando procesos de regulación climática, producción de agua, prestación de especies claves funcionalmente y otras de alto valor para el uso de las poblaciones humanas”.
Venezuela en la RAISG
Formalmente Wataniba es socia de la RAISG desde el año 2017, “somos responsables de todos los datos de minería, territorios indígenas y dinámica hídrica”, afirma Quispe, “y parcialmente de datos que tienen que ver con los fuegos y otras formas de degradación para Venezuela.”
Sin embargo, Wataniba colaboraba con la red desde mucho antes en esta plataforma institucionalizada de organizaciones de la sociedad civil que, de forma independiente, desarrolla conceptos, pensamiento y conocimiento. Tal como lo afirma la Directora Ejecutiva de Wataniba, “aunque no hacíamos parte de la red oficialmente, hemos estado muy cerca y es más o menos a partir del año 2012, en alianza con Provita, que empezamos a hacer aportes específicos en el monitoreo de las presiones y amenazas en la Amazonia venezolana, especialmente en lo que se refería a territorios indígenas y al tema de minería”.
La premisa sobre la cual trabaja la RAISG se fundamenta en que el ecosistema Amazónico está sometido a diversas presiones, producto de su ocupación desordenada y de las distintas formas de uso predatorio de los recursos naturales. De éstas, las principales son el avance de los frentes de tala de madera y la expansión agropecuaria, lo que produce altas tasas de deforestación e incendios, además de la implantación de obras de infraestructura, minería y exploración de gas y petróleo.
Para RAISG, sus miembros deben trabajar en la Amazonia y enfocarse en aspectos de la agenda socioambiental de la cuenca, tener experiencia en el uso de sistemas de información geográfica y la disposición a compartir e integrar sus bases de datos con otros miembros de la Red.
En este sentido los aportes de Wataniba, así como los del resto de las organizaciones, son fundamentales como piezas de ese rompecabezas que entreteje el entramado de amenazas y presiones que se ciernen sobre el ecosistema amazónico y sus pobladores indígenas.
Una apuesta de cara al futuro
En estos primeros 15 años, la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada – RAISG ha realizado productos novedosos y de gran complejidad técnica que requirieron años de elaboración y el desarrollo de capacidades técnicas. La producción de datos y conocimiento de visión regional para temas estratégicos –como bosques, agua, gestión territorial y presiones y amenazas— le dan visibilidad y peso empírico a fenómenos claves del estado actual de la Amazonia.
De cara a los cambios que han venido ocurriendo en la región, en palabras de Tina Oliveira, “la RAISG está revisando sus logros y todas aquellas áreas donde puede generar un mayor impacto”. Si bien seguirá centrada en el proceso de generación de información cartográfica, “va tras la búsqueda de trascender ese espacio y de lograr unas perspectivas cada vez más integrales para la región amazónica”.
Temas como el cambio climático o los beneficios de la naturaleza, también llamados servicios ecosistémicos, son dos de los aspectos considerados en las intensas jornadas de trabajo en Sao Paulo. Afirma Oliveira que “la apuesta es a generar información que de respuesta a necesidades de gestión territorial que permitan alcanzar esa visión integral de la región amazónica y que permitan a su vez una sustentabilidad socioambiental de la región con el cuidado de sus ecosistemas y de sus pobladores”.
Profundizar en este giro es algo que genera mucho entusiasmo entre los miembros del equipo de Wataniba, que siempre busca apostar por multiplicar y consolidar las diferentes formas y espacios de incidencia.
Tomado de https://watanibasocioambiental.org/generar-un-mayor-y-mejor-impacto-raisg-de-cara-al-futuro/