Fotografía tomada en junio de 2020 en la que se registró una vista aérea de una zona boscosa de la Amazonia ecuatoriana, en la provincia de Pastaza, fronteriza con Perú (Ecuador). EFE/Juan Francisco Chávez/Archivo
INFOBAE
Por Yalilé Loaiza
8 de noviembre, 2021
Como parte de los acuerdos alcanzados durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), los ministros del Ambiente de Ecuador, Gustavo Manrique, y del Clima y Medioambiente de Noruega, Espen Barth, anunciaron que el país nórdico donará USD 24 millones al Ecuador para combatir la deforestación como parte del programa REDD+.
Esta será la segunda vez en la que Ecuador reciba apoyo económico de Noruega para contrarrestar la deforestación. Bajo el mismo programa, Ecuador ya recibió USD 31,4 millones de Noruega y Alemania después de reducir la deforestación en el periodo 2015-2018.
El programa REDD+ es un enfoque para mitigar el cambio climático y frenar la deforestación y degradación de los bosques, impulsa actividades que reducen las causas de la deforestación y promueven la conservación, el manejo forestal sostenible y la recuperación de los bosques y sus reservas de carbono. De acuerdo con la información del Ministerio del Ambiente, este enfoque se enmarca en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en el compromiso de retribución a los países en desarrollo que realizan esfuerzos para mantener sus bosques.
Según el REDD+, los países que demuestren la reducción de emisiones reciben retribuciones económicas provenientes de fondos internacionales. En una reciente entrevista con GK, Manrique informó que el país demostró que las tasas de deforestación bajaron y por ello recibió USD 18,5 millones.
En la misma entrevista, el ministro del Ambiente contó que el país es parte del proyecto LEAF, “una coalición de Inglaterra, Estados Unidos, y Noruega en la que van a canalizar USD 1.000 millonespara los países que trabajamos a favor de la deforestación evitada”.
En la última COP, el Ecuador suscribió, junto a otros 127 países, un acuerdo para proteger los bosques del mundo. La Declaración sobre los bosques y el uso de la tierra tiene el objetivo principal de detener y revertir la deforestación global para 2030.
La declaración fue suscrita por 20 países latinoamericanos. Entre estos se encuentran los países en los que la Amazonía forma parte de su territorio, a excepción de Bolivia, el único país amazónico que no firmó el acuerdo.
Ecuador, en casi 30 años, ha perdido más de 2 millones de hectáreas de bosque tropical. El 55 % de territorio ecuatoriano está conformado por bosques, sin embargo, alrededor del 8 % se ha perdido por la deforestación. Por ello, además del enfoque REDD+ y del proyecto LEAF, la cartera de Estado encargada del Ambiente impulsa el programa SocioBosque.
Una parte de los USD 31,4 millones que Ecuador recibió de Noruega y Alemania, por las bajas tasas de deforestación entre 2015 y 2018, fue destinado al programa SocioBosque, que ofrece incentivos económicos a los pueblos indígenas y comunidades locales que conservan los bosques.
El proyecto SocioBosque es un esquema que pretende conservar una cobertura de 3.6 millones de hectáreas de bosques, páramos y vegetación nativa para beneficiar a poblaciones indígenas y campesinas en la Costa, Sierra y Amazonía ecuatoriana. Del total de bosques del Ecuador, según los datos del Ministerio del Ambiente y del programa de conservación, el 40% son bosques que están dentro del Patrimonio de Áreas Naturales del Estado y el 60% restante está en manos de propietarios individuales, comunas y comunidades indígenas.
Según recoge la documentación del proyecto SocioBosque, “los bosques nativos, páramos y otra cobertura vegetal nativa, son de extrema importancia por los servicios ambientales que brindan, entre estos: almacenamiento de carbono, refugio de biodiversidad, protección de suelos y reservas de agua dulce. Además, los bosques tienen un alto valor económico, cultural y espiritual”.
Con el anuncio de la donación de Noruega, el ministro Manrique señaló que “la conservación de los ecosistemas terrestres y marinos es una prioridad para Ecuador” y recalcó que “con el apoyo de Alemania y Noruega hemos alcanzado importantes logros en la reducción de la deforestación y la conservación de nuestra biodiversidad”.